#67: La sociedad del espectáculo

espectacular mercantil

Con nuestro amigo Marco, abordamos algunas de las cuestiones clave relacionadas con la principal obra teórica en la trayectoria de la Internacional Situacionista, La sociedad del espectáculo (1967) de Guy Debord y, con ello, de la crítica radical al capitalismo.

#56: Más figuras de la Alemania revolucionaria

Continuando con la línea trazada en algunos programas anteriores, traemos a colación más figuras relacionadas con la Alemania revolucionaria. En el programa de hoy, rescatamos la de B. Traven (1862-1969), figura escurridiza, editor de la revista Der Zielgelbrenner (El Ladrillero), exiliado y luego conocido por sus novelas escritas en México, algunas de ellas llevadas al cine; la de Gustav Landauer (1870-1919), personaje clave en el anarquismo alemán, asesinado en la represión de la República Soviética de Munich; y la de Otto Gross (1877-1920), figura maldita del ala más radical de la psiquiatría y el psicoanálisis. Prácticamente olvidados los tres, algunas de sus aportaciones y discusiones están a la orden del día para el combate anticapitalista de nuestro tiempo.

#44: Figuras de la Alemania revolucionaria

El programa de hoy, que se nos fue un poco de las manos, está dedicado a acercarnos a algunas figuras de la Alemania revolucionaria del primer tercio del siglo XX. Con la excusa de la novela Todo lo que soy de Anna Funder, desfilan por las ondas Dora Fabian, Ruth Wesemann y Ernst Toller. Las dos mujeres llevaron una destacada actividad política en grupos socialistas independientes en los años 20 y 30, constituyendo una punta de lanza, después, contra el régimen nazi desde el exilio londinense. Con Ernst Toller y con Erich Mühsam nos trasladamos a los agitados y confusos días de la Revolución Alemana y los sucesos en torno al movimiento de los consejos obreros en Baviera, entre otros hechos. Por otro lado, en la primera parte del programa, el compañero Gelín Meana nos presenta las jornadas que está celebrando el Atenéu Llibertariu d’Uviéu en conmemoración de la Comuna asturiana de 1934 y de la figura de Albert Camus, que dedicó en su juventud una obra teatral a aquellos hechos.

#34: La Revolución Alemana (1918-1921)

Charlamos con Harald Piotrowski acerca de lo que se conoce como la Revolución Alemana (1918-1921). Tras el Octubre soviético en Rusia, la cuestión social llamaba a las puertas del Imperio Alemán, la segunda potencia industrial del momento, y muy pronto lo haría en Hungría. Era Alemania el país donde supuestamente el movimiento obrero era el mejor organizado del mundo y, sin embargo, su fracaso será estrepitoso. Abarcamos entonces las siguientes cuestiones:

  • Análisis de la situación territorial, social y económica del II Reich Alemán (1871-1918). El Estado “social” de Bismarck.

  • El mundo del trabajo: los obreros especializados, la “nueva” clase obrera y el proletariado agrícola.

  • El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y todo el universo que gira a su alrededor (sindicatos, cooperativas, asociaciones…); su teoría y su práctica, su concepción del socialismo, sus divisiones internas.

  • La I Guerra Mundial, las ilusiones que generó y la realidad de una carnicería imperialista. La incorporación de las mujeres a la industria. Las primeras protestas, el malestar social y las deserciones.

  • El estallido de la Revolución con el amotinamiento de la marina en Kiel (3 de noviembre de 1918). El papel de los “Hombres de Confianza”. La formación de consejos de obreros y soldados y su rápida extensión por todo el territorio. El colapso del Reich. La escisión en la socialdemocracia: formación del USPD. Cómo maniobran los dirigentes del SPD (Ebert, Scheidemann, Noske…) ante el estallido de la Revolución: doble juego reconstituyendo el aparato estatal mientras preparan la desarticulación del poder de unos consejos de los que se presentan como adalides. La actuación del grupo “Spartakus”.

  • El Alto Mando Militar del ejército y el papel de los cuerpos francos, freikorps.

  • Frente a idealizaciones frecuentes, cuál fue el papel real de los consejos: hasta dónde llegaron en el terreno político, económico… Cómo se hicieron el harakiri en la Asamblea General de los Consejos celebrada en Berlín a mediados de diciembre de 1918, al votar por la Asamblea Constituyente, lo que implicaba votar contra su propio poder. La actuación de algunos de estos consejos. Grupos que pugnaron por la radicalización del movimiento y su dictadura.

  • La formación del Partido Comunista Alemán (KPD) y sus posiciones. La “semana espartaquista” en Berlín (enero 1919). La expulsión de la mayoría y la formación del Partido Comunista Obrero Alemán (KAPD); el radicalismo de los “izquierdistas”, sus posiciones antiparlamentarias y antisindicales. La fusión del KPD y la izquierda del USPD.

  • El auge del anarcosindicalismo (FAUD) y el fenómeno de las “uniones” (AAU).

  • El aislamiento característico de la Revolución Alemana y su represión por partes, escalonada: Bremen en febrero (donde funcionó, de manera problemática, uno de los consejos más radicales), Baviera en abril (caracterización de la República de los Consejos o “República Soviética de Munich”; la figura de Kurt Eisner)…

  • La entrada en vigor del Tratado de Versalles y sus consecuencias inmediatas: la ocupación francesa de la cuenca del Rhur; las huelgas salvajes y las guerrillas; la crisis económica. “El Putsch de Kapp” en mayo de 1913: la respuesta obrera, la respuesta gubernamental y la formación del “Ejército Rojo del Rhur”; la consiguiente represión. El papel de la guerrilla del legendario Max Hölz y sus golpes de mano.

  • La “Acción de Marzo” de 1921, última faena revolucionaria de envergadura, aislada a Alemania Central; empresa decidida en gran medida por los hombres de Moscú en el país (Karl Radek, Bela Kun). El fracaso del movimiento y el fin de la perspectiva revolucionaria en Alemania.

  • Las posiciones actuales de la historiografía oficial sobre aquellos hechos.

Harald es coautor (junto con Carlos García Velasco) del libro Antifascistas alemanes en Barcelona (1933-1939). El Grupo DAS (Sintra, Barcelona) y coeditor (junto con Carlos García Velasco y Sergi Rosés de Barcelona, mayo 1937 (Alikornio, Barcelona).

Idea original (audio):

#29: La Internacional Situacionista y su tiempo

En julio de 1957, en la localidad italiana de Cosio di Arroscia, tres grupos de vanguardia artística (la Internacional Letrista, el Movimiento Internacional por un Bauhaus Imaginista y el Comité Psico-Geográfico de Londres) fundan la INTERNACIONAL SITUACIONISTA, con el propósito explícito de destruir el arte e intentar una construcción más libre de la vida. En la estela de (y rompiendo con) otras vanguardias como el surrealismo o el propio letrismo, arman todo un repertorio de intervención en la realidad para la “construcción de situaciones”: el urbanismo unitario, la psicogeografía, la pintura industrial, la deriva, el desvío (detournement)… Establecida en un puñado de países, en la I.S. destaca desde su fundación la sección francesa y, en ella, la figura fundamental de Guy Debord (director de la revista central, Internationale Situationniste), pero hay que citar otros personajes de esta primera época como Asger Jorn, Michelle Bernstein, Pinot-Gallizio, Constant, Alexander Trocchi… Políticamente, se puede hablar de un posicionamiento más o menos trotskista o de ultraizquierda. La influencia de grupos como Socialisme ou Barbarie (nucleado en torno a Cornelius Castoriadis —seudónimos: Pierre Chalieu, Paul Cardan…—) le aportarán en buena medida una perspectiva comunista consejista, y personajes como Henri Lefebvre la de la importancia de la crítica de la vida cotidiana.

Precisamente, en torno al cambio de década, la Internacional Situacionista emprende un giro brusco en su orientación y papel, abandonando los aspectos más artísticos, depurándose la composición de la organización y su propia estructura. En 1960, Debord y Canjuers elaboran los “Preliminares para una definición de la unidad del programa revolucionario” como plataforma de discusión entre la I.S. y SoB; en este texto, la reconstrucción de la vida cotidiana se liga indisolublemente a la lucha anticapitalista, mientras que la crítica del espectáculo (con la ausencia total de intervención por parte de la población espectadora) se sitúa en el centro de la crítica social. Los situacionistas van afilando una crítica radical del capitalismo avanzado occidental sin perder de vista lo que ocurre en los países donde impera el capitalismo de Estado; todos los conflictos mundiales de envergadura (la independencia de Argelia, la revuelta de Watts, la pseudorevolución pseudocultural China, la Guerra Árabe-Israelí…) serán objeto de unos análisis originales y, las más de las veces, escandalosos para la ortodoxia cultural y política. Su crítica está marcada por un tono y un contenido que percibe bastante lúcidamente los signos de una próxima crisis en unas condiciones sociales marcadas por una mercantilización del ocio y de todas las esferas de la vida y el papel creciente (la dictadura) de la publicidad y de los medios de comunicación:todo lo que antes se vivía directamente se aleja ahora en una representación; este avance de la alienación no deja de ser problemático, y la citada crisis se aprecia en torno al descontento juvenil (formación de bandas, hooliganismo, delincuencia), a la creciente insumisión obrera (absentismo, sabotaje, huelgas salvajes no mediatizadas…), la ruptura de las normas morales y sexuales, la crisis de la familia… Como grupo minoritario, y reducido con los citados cambios organizativos prácticamente a la sección francesa, la I.S., que delimita claramente sus límites respecto de todo el complejo cultural francés modernista de la época, no obstante, sabe esperar.

A finales de 1966, con el llamado “Escándalo de Estrasburgo”, las ideas situacionistas van a conocer una amplificación tremenda. Algunos de sus partidarios en esta universidad acceden a la dirección de la rama local de la Unión Nacional de Estudiantes Franceses (U.N.E.F.) con el programa declarado de destrucción de la misma. Con el dinero de la organización, editan miles de copias del pronto famoso opúsculo “De la miseria en el medio estudiantil…”, firmado por el situacionista Mustaphá Khayati.

En 1967, verían la luz las dos obras teóricas claves: el Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones de Raoul Vaneigem, y La sociedad del espectáculo de Debord. Mientras la primera es una afirmación radical de la subjetividad revolucionaria, el segundo es un tratado críptico donde se perfila un análisis unitario del capitalismo en las nuevas condiciones de la sociedad de consumo, del espectáculo, una relación social entre personas mediatizada por imágenes, y donde detrás de un sinfín de frases desviadas y dobles sentidos, se pueden pulsar las influencias claras de Hegel, Marx o el Lukács de Historia y consciencia de clase.

Estos años conocen un buen puñado de interesantes polémicas con otros grupos radicales en Francia, así como unas posibilidades (truncadas) de expansión de la crítica situacionista en Inglaterra, Estados Unidos o Italia.

Los primeros meses de 1968 contemplan una gran agitación en las universidades francesas, ejemplificada en la crisis de Nanterre, con la actuación y la represión del grupo de los “Enragés”, una auténtica banda de estudiantes y no estudiantes dedicada a trastocar completamente la vida universitaria; curiosamente o no, desde estas coordenadas, en Mayo la subversión se generaliza, primero a todos los centros de enseñanza y pronto, a las fábricas, en lo que se convierte en la mayor huelga general de la Historia; unas semanas en las que todo fue posible. La I.S. va a asociarse con los “Enragés” y promoverán el Comité por el Mantenimiento de las Ocupaciones (C.M.D.O.); su papel e influencia es inversamente proporcional a lo ínfimo de sus efectivos, animando a la extensión de la revuelta y a la formación de consejos obreros; aportarán, sin duda, los análisis más radicales del movimiento y darán el tono más poético de la crisis social.

Después de Mayo, sin embargo, la I.S. va a sufrir una crisis profunda (no exclusiva de este grupo) que llevará finalmente a la autodisolución, en 1972; el horizonte de la revolución social se aleja y el debate de orientación interno no lleva a ninguna parte; las exclusiones, dimisiones y descalificaciones, arrecian.

De la mano del grupo de los “Ácratas” o de gente como Santi Soler (posteriormente fundador del M.I.L.), las ideas situacionistas van conociéndose en España.

Para el programa de hoy, la organización informal de Anábasis charló con Miquel Amorós sobre casi todas estas cosas, y algunas más, aprovechando su visita al vertedero asturiano. Miquel es el autor de innumerables publicaciones y, en la parte que nos ocupa, de Los situacionistas y la anarquía (Muturreko burutazioak, Bilbo, 2008, con tres ediciones ampliadas; una deliciosa historia de los grupúsculos revolucionarios de Francia y otros países en la década de los 60), del prólogo a los textos de la Sección Italiana (Pepitas de Calabaza, Logroño, 2010), y también editó la compilación de textos situacionistas y consejistas relativos a la crisis revolucionaria en Italia, Un terrorismo en busca de dos autores (Muturreko, 1999). Activo en colectivos radicales en la época del tardofranquismo, entró en contacto con estas ideas a comienzos de la década de los 70, difundiendo las perspectivas situacionistas desde grupos como “Los Incontrolados” o “Trabajadores por la Autonomía Proletaria y la Revolución Social”. Iniciada la década de los 80, participa en la fundación y desarrollo del grupo “Encyclopèdie des Nuisances”, junto a otros epígonos situacionistas como Jaime Semprún y antiguos miembros de la I.S. (o en su órbita) como René Riesel, Christian Sebastiani o Pierre Lepetit, grupo en el que el propio Debord jugará un papel problemático.

Antes, empezamos el programa con la lectura de un texto de hace un año, la “Declaración a los poderosos de aquí y de otros lugares destinada a exponer la razón por la cual el pueblo humilde de todas partes de común acuerdo ha comenzado a cavar, revolver y abonar el suelo, para después sembrar legumbres y cereales en Notre-Dame-des-Landes, Bretaña, hecha por los que abajo suscriben y por miles de otros que están de acuerdo con ellos”, desde la Z.A.D. de Nantes, publicado en el nº2 de Argelaga.

#20: El MIL, los GARI y la lucha revolucionaria en los 60 y 70

Radiamos la entrevista que le hicimos a Jean-Marc Rouillan el pasado 14 de septiembre en Xixón, lugar adonde acudió a dar una charla. Jean-Marc ha participado en la creación de grupos como el Movimiento Ibérico de Liberación (MIL-GAC), los Grupos de Acción Revolucionaria Internacionalista (GARI) o Action Directe (AD), y con él hablamos de su experiencia en los dos primeros, aparte, claro está, de los movimientos revolucionarios de los años 60 y 70 y de la tensión social del período, desde su iniciación bajo el paraguas del Mayo francés hasta el proceso de la Transacción en el Estado español. Intervienen también en la conversación el compañero de «Libertad» y el camarada Juaco. Para nosotros, ha sido un honor conversar con este Paisano.