#147: Italia, 1967-77 (II)

Seguimos con la serie de entregas dedicadas a la agitación social que sacudió a Italia entre 1967 y 1977 y a algunos de los grupos más radicales que de la misma surgieron. En esta ocasión, contamos con el testimonio del compañero Claudio Albertani (Milán, 1952). Claudio se inicia en la actividad política en la protesta estudiantil de 1967-1968, en las movilizaciones contra la Guerra de Vietnam… que dejan paso rápidamente a la crítica de la vida cotidiana.

En los años anteriores, se habían ido desarrollando, por un lado, las luchas proletarias autónomas y las primeras revistas operaistas y, por el otro, un movimiento juvenil contracultural. En 1968, los dos elementos confluyen y desatan una serie de sacudidas, sobre todo en 1969. En el ámbito del operaismo se produjeron rupturas en torno a la finalidad del activismo político; fruto de esta tensión, entre 1966 y 1969 comienza a cristalizar una corriente revolucionaria antileninista, cuyo resultado más acabado lo representa la formación de Ludd-consigli proletari en el verano de 1969, con una influencia muy grande del neoconsejismo francés y de las teorías situacionistas. Claudio pertenece al entorno de Ludd. Con sus compañeros, participa en la ocupación de su instituto, que genera un gran escándalo ante la opinión pública. Este activismo conduce hacia una crítica cada vez más global, que fusiona a Marx con Bakunin. En Milán, mantienen alguna reunión con el Collettivo Politico Metropolitano (antecedente de las Brigatte Rosse) pero la experiencia más interesante es la del Comitato Unitario di Base (CUB) de la Pirelli, que anima las huelgas salvajes. 1969, con su “Otoño Caliente”, fue el año de la conflictividad obrera por excelencia: se produce la convergencia espontánea con los estudiantes  y esa radicalización tiene de frente al Partido Comunista de Italia (PCI) como su principal enemigo. Frente a un conflicto social en auge, el Estado italiano opta por la práctica del terrorismo, asesinando a 17 personas en Piazza Fontana el 12 de diciembre, en una colosal pero exitosa provocación; se desata una ola represiva contra varios compañeros radicales simbolizada en el asesinato de Pinelli. Por otro lado, como reflejo, surge para los militantes la opción armada, una “aceleración” de la práctica que tendrá resultados funestos.

En el verano de 1970 Ludd se disuelve. Tras salir de la cárcel, Riccardo d’Este forma con Carlo Ventura la Organizzazione Consiliare, que difiere de los planteamientos de los ludditas genoveses: con vocación de acción directa, las principales influencias teóricas las proporcionan la experiencia de Ludd, la Internacional Situacionista y la revista Invariance. Comontismo se funda en 1972 por el impulso de D’Este y Ventura; el grupo anima una comuna en la Toscana e integra a los ex-ludditas milaneses como Claudio. Representa la fusión de toda esa tradición teórica más la acción directa, ensayando una forma de vida afuera y en contra del Capital y de su mundo: trabajo, familia, política… en la que la experimentación con las drogas jugaba un gran papel (a la larga, un callejón sin salida). Cuenta con grupos en Turín, Milán, Florencia, Nápoles… Bajo el lema “Contra el Capital, lucha criminal”, nacido en los panfletos de la Organizazione Consiliare, Comontismo realiza diversas acciones de agitación muy provocadoras, una lucha armada de factura muy artesanal que antecede a la explosión del delirio guerrillerista que se produce en Italia. El grupo, muy calumniado, mantiene una visión muy negativa hacia los múltiples grupos neoleninistas que han ido surgiendo, más matizada en el caso de algunas corrientes del Potere Operaio de Milán.

Ludd y Comontismo fueron las dos organizaciones más representativas de un área radicale que, en todo caso, fue una corriente subversiva muy modesta que también dio lugar a otras expresiones como la librería La Vecchia Talpa de Milán, algunas editoriales… Lo mejor y lo más valioso se encuentra en la lucidez y coherencia teórica de la corriente, siendo Gianni Collu y Giorgio Cesarano, quizá, sus exponentes más representativos en la producción teórica; Cesarano se suicida en 1975. Continuará…

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